Primer día: Stansted, UK

Ya estaba más cerca de Irlanda...sobrevolando el sur de Inglaterra!

Esta fue mi habitación en Stansted: está separada de la casa principal, en una especie de bungalows. La habitación era genial, todo nuevo, limpio y lleno de atenciones: kettle con té, café, chocolate; en la nevera leche, agua y yogures; para el desayuno un amplio surtido de cereales y en el baño toda una selección de productos para el aseo.

Para llegar al B&B tuve que pedir un taxi porque estaba alejado del aeropuerto aprox unos 15 minutos conduciendo, pero valió la pena porque el entorno del hotel era bellísimo. Hacía un sol radiante y se respiraba paz y tranquilidad (bueno, he de reconocer que tb se oían los aviones más de lo deseable pero... qué se le va a hacer!) Pasé una tarde genial. Paola, la dueña del B&B me recomendó un paseo a través de campos de trigo y jardines hasta llegar al río y allá me fui yo sola, demostrando, a quienes lo dudaban, lo valiente que soy!!!

Al día siguiente a las 8 de la mañana tomé un vuelo rumbo a Shannon Airport, Ireland. Allí me estaba esperando Declan, que me llevó hasta Ennis para conocer al resto de la familia con quienes compartiré el resto del verano. No pude ver la "Isla Esmeralda" desde el cielo porque estaba totalmente cubierto de nubes. Al bajar del avión sentí un golpe de aire frío que me hizo recordar el calor de la campiña inglesa del día anterior. Al salir de la terminal descubrí la lluvia que me acompañaría la mayoría de los días de mi estancia en la isla (salvo contadas excepciones...)